El conducto arterioso es una estructura vascular que une el arco aórtico con la arteria pulmonar, funciona durante la vida fetal y se cierra espontáneamente después del nacimiento.
INCIDENCIA
Y ETIOLOGÍA
La incidencia en niños
nacidos a término es de 1 por cada 2000 a 2500 recién nacidos vivos (5-10% de todas las cardiopatías congénitas) y es más frecuente en niñas que en niños en una
proporción 2:1
En la mayoría de los casos
no hay una causa identificable.
Existe una asociación entre
la exposición a rubeola durante el primer trimestre del embarazo (60% de los
casos), la prematurez y la falta de oxigenación al nacer (asfixia). También hay mayor incidencia asociada a teratógenos como alcohol,
anfetaminas, anticonvulsivantes.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La clínica se relaciona con
el tamaño del ductus, la cuantía del cortocircuito, la relación entre las
resistencias vasculares pulmonares y sistémicas, y la sobrecarga de volumen del
miocardio y los pulmones.
DUCTUS ARTERIOSO PEQUEÑO
Muy pocos pacientes
presentan síntomas, y el desarrollo es normal. El signo característico es el
soplo cardíaco en la consulta al pediatra.
El Electrocardiograma y la
radiografía de tórax suelen ser normales y la Ecocardiografía es la prueba que confirma la sospecha diagnóstica.
DUCTUS ARTERIOSO MODERADO A
GRANDE
Se empiezan a producir
síntomas que incluyen dificultad en la toma, irritabilidad, taquipnea
(respiración acelerada) retraso en el peso, cansancio fácil, y sudoración
excesiva los cuales aumentan a partir del 2do – 3er mes de vida. Existen antecedentes
de Infecciones respiratorias bajas a repetición.
El signo característico es
el soplo cardiaco, el cual se ausculta en el tórax anterior y posterior, los pulsos
están aumentados de amplitud, y existe taquicardia y disnea. Puede haber signos de insuficiencia cardíaca
asociados.
En el electrocardiograma se
encuentran signos de crecimiento de las cavidades izquierdas y en la
radiografía de tórax hay cardiomegalia (corazón aumentado de tamaño).
MÉTODOS
DIAGNÓSTICOS
Ante la sospecha clínica de
la existencia de un ductus arterioso el pediatra debe orientar al paciente al
cardiólogo infantil, quien, mediante la ecocardiografía, confirmara el diagnóstico y propondrá el manejo
terapéutico posterior.
1.
Electrocardiograma y radiografía de tórax
mostraran cambios de acuerdo al tamaño del Ductus.
2.
Ecocardiograma: es el estudio de elección
para el diagnóstico y seguimiento. Permite cuantificar el tamaño del Ductus, dimensiones
de las cavidades cardíacas, la presión pulmonar y otras lesiones asociadas.
TRATAMIENTO
El tratamiento debe ir
siempre dirigido al cierre del Ductus arterioso.
Tratamiento médico
En recién nacidos prematuros
existen fármacos dirigidos a provocar la constricción arterial y por lo tanto al
cierre del Ductus.
Si existe insuficiencia
cardíaca se puede iniciar tratamiento
con diuréticos, digoxina y en casos más
graves inotrópicos endovenosos.
Se debe realizar profilaxis
de endocarditis en aquellas situaciones en las que existe riesgo según las
guías habituales. Ante el riesgo de complicaciones respiratorias, se deben
realizar inmunizaciones que incluyen vacunas frente a la gripe y anticuerpos
frente al virus sincitial respiratorio y
cumplirse el esquema de vacunación acorde para la edad del niño.
Cateterismo cardíaco
Es un procedimiento invasivo
que tiene como objetivo la resolución de la cardiopatía por medio de un dispositivo el cual es introducido a través de catéteres hasta donde se encuentra localizado el Ductus,
produciendo de esta manera su oclusión. En
los últimos años se ha ampliado el rango de peso y edad y se realizan
procedimientos en menores de 1 año en general con peso mayor de 5 kg si existe
repercusión clínica o riesgo de desarrollo de hipertensión pulmonar En
pacientes asintomáticos se suele recomendar esperar a que alcancen un peso de
10 kg.
Cirugía



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